El verano de 2012 hizo bastante calor y a mediados de julio nos encontramos en casa con una cantidad de avispas un tanto anormal. Cuando ya estábamos mirando qué solución podíamos adoptar (sin ser peligroso resulta una molestia) y nos temíamos que debería pasar por la utilización de algún producto químico, una mañana apareció un abejaruco.
Científico | Merops apiaster |
Español | Abejaruco europeo |
Catalán | Abellerol |
Gallego | Abellaruco |
Euskera | Erlatxoria |
Inglés | European bee-eater |
En | Fe | Ma | Ab | My | Jn |
Jl | Ag | Se | Oc | No | Di |
Si bien es común observarlo cerca del núcleo del Brull (en el antiguo camino real hay taludes que albergan sus nidos), en casa no lo habíamos visto nunca; fue una agradable sorpresa, por tanto. Al día siguiente no había uno… era entre cuatro y seis los que comenzaron a sobrevolar los tejados y el patio de casa. Y al siguiente día cerca de catorce. Y todo el día lanzándose de lado a lado, desde su posadero en el cable telefónico hasta los hilos de la línea eléctrica. Toda la jornada, entre gritos y aleteos, cazando y cazando avispas. En una semana la situación se había vuelto normal, y todo gracias a unos animales venidos «milagrosamente». Una solución natural, sin esfuerzo y con el regalo de la sorpresa y de su bonita imagen.
Información
Extraída de la Enciclopedia de las Aves de España de SEO/BirdLife El abejaruco europeo es una de las aves más vistosas de nuestra fauna. Tal y como su nombre indica, se trata de un especialista en el consumo de abejas, aunque también se alimenta de otros insectos voladores. Aparte de por su colorido —uno de los más llamativos de las aves europeas—, resulta muy fácil de reconocer por su característico reclamo, que emite constantemente mientras vuela y que puede ser oído desde largas distancias. El abejaruco europeo es un migrador transahariano que inverna en el África tropical, en dos regiones separadas: una franja en África occidental, y un amplio sector más al sur, entre el Congo y Zimbabue. Abandona sus territorios de cría europeos hacia mediados de agosto, para regresar al año siguiente en marzo-abril. La acción humana ha contribuido a la creación de taludes artificiales y, con ello, al asentamiento de nuevas zonas de cría, pese a lo cual se están perdiendo las grandes colonias, debido a las molestias ocasionadas por la expansión urbanística y el turismo, al uso de insecticidas en la agricultura y a la persecución directa de los apicultores, entre otras causas. La conservación de la especie está muy condicionada a la presencia de lugares adecuados para nidificar, por lo que la creación artificial de taludes en sitios favorables podría propiciar el asentamiento de nuevas colonias de cría. En el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas aparece en la categoría “De interés especial”.