Si no es descabellado preguntarse si el cartaginés Anibal, en su paso hacia Roma, atravesó territorio de El Brull, ¿por qué no imaginar grupos de íberos ausetanos con sus rebaños pastando en los prados y bosques de la Morera?
No, no tenemos constancia documentada de su presencia en esta parte del municipio del Brull, pero… teniendo en cuenta que
- el poblamiento de estas tierras se remonta al neolítico final o calcolítico (4.500 – 2.500 aC),
- al lado de casa encontramos el Puig Castellar, con restos que podrían ser, entre otros, de un antiguo asentamiento íbero,
- la fortificación ibérica del Turó del Montgròs, en épocas de peligro, servía de refugio a los íberos ausetanos de los alrededores; gente dedicada -además de la guerra- a la agricultura y el pastoreo,
- los romanos viajaban de Osona a Sant Celoni pasando por lo que hoy sería la puerta de casa, camino de Collformic,
¿Por qué no creer que, en la Morera o alrededores, pudieran realizar actividades básicas como el pastoreo o el aprovechamiento del bosque?
Ausetanos
Extraído de la Vikipedia
Los ausetanos fueron un pueblo de probable origen íbero, antiguos habitantes de la actual Plana de Vic y la región circundante, con capital en la ciudad de Aura o Ausa, actualmente Vic y de donde proviene el nombre actual de la comarca, Osona.
Pese a ello, su nombre es claramente indoeuropeo, e incluso posiblemente céltico, al igual que el de sus vecinos bergistanos. Proviene del radical auso- ‘sol de la mañana, amanecer’ y podría traducirse como ‘dorados como el sol’, aus-y-os, equivalente al latín aurum (ausos) y al sabino ausom ‘rojizo’.
Fueron sometidos por Aníbal en el año 218 a. C. al atravesar los Pirineos en dirección a Roma y se opusieron junto a los Ilergetes de Indíbil a Publio Cornelio Escipión el Africano en el año 205 a. C. siendo vencidos. Finalmente Catón el Viejo los sometió a Roma en el año 195 a. C.
El Turó de Montgròs (El Brull, Osona)
Extraído de “Ruta de los íberos” del Museu de Arqueología de Catalunya
La muralla ibérica principal vista desde el sudeste. Restitución de su estado ideal al siglo iii aC. «La muralla principal de l’oppidum ibèric del Montgròs (el Brull) i les seves defenses perifèriques (cat)». Albert López Mullor – Revista d’Arqueologia de Ponent nº 21, Universidad de Lleida.
La fortificación ibérica del Turó de Montgròs se encuentra dentro del Parque Natural del Montseny. Era una importante fortificación con antecedentes en la Edad de Bronce.
Hacia el año 300 a.C. se levantó una gran muralla de doble paramento precedida de un fosado, que cerraba el istmo de la península del Montgròs. Una barrera imponente de 145 m. de longitud y 5 m. de grueso.
A mediados del siglo III a.C. la fortificación se reforzó con una torre central y otras defensas periféricas.
Actualmente, se cree que debió ser la sede de una guarnición militar permanente en la cual, en épocas de peligro, se podía refugiar la gente de la región con sus rebaños. El incendio y la destrucción del núcleo coincidieron con el momento más duro de la Segunda Guerra Púnica, hacia el 205 a.C.
